Ella era lo que se dice una verdadera enamorada del amor. Los domingos corría hasta el kiosco de diarios de la esquina y se abalanzaba sobre la pila de los Clarín, de allí a la Viva, de allí a su casa y, capuchino mediante, a devorar el horóscopo... Géminis. Amor: Un príncipe azul puede estar esperándole a la vuelta de la esquina...
Claro...al no especificar esquina, podía estar en cualquiera! A gastar las zapatillas, entonces. Y allí se lanzaba... A recorrer los cien barrios porteños, en un soleado domingo de otoño, a la caza de su esquivo príncipe azul... Que de azul, lo que se dice azul, mucho no tenía... Apenas algún pelo blanco en la barba, mezclado con otros rojizos, que hacían juego con los pocos y largos que venían de la cabeza. Lentes oscuros que disimulaban el color de sus ojos pardos. Un pequeño hueco en el comedor, del lado izquierdo, pecho caído, bolsillos flacos, un paquete de Lemans asomando por el bolsillo de la camisa... Lo que se dice un tirado...aunque ... Continuar leyendo