Volvíamos de la fiesta, en el auto. Yo, ni una palabra. Paula se esforzaba en sacar un tema de conversación. Mis respuestas, simples y monosilábicas. Esta vuelta, me había enojado en serio...
-Pero...qué cuernos te pasa?
-Y a vos qué te parece? Dejá de hacerte la boluda, querés..!
-Nooo! No lo puedo creer..! El señorito está celoso..! De Matías? ja ja. Nooo! Esta vuelta llegaste demasiado lejos..!
-Pará de hacerte la inocente..! Estuviste mirándolo toda la noche... Y te baboseaste cada vez que se acercaba a hablarte... Dale, confesalo de una buena vez! Qué carajo pasa entre ustedes dos? Dale...decilo de una vez..!
Silencio. Maldito y puto silencio. Ma sí...que se vayan al infierno...juntos!

Paula era demasiado atractiva. Si bien cuando nos conocimos ese detalle no pasó desapercibido para mí, ahora caía como un búmerang. Derechito a mi cabeza. Para partírmela de un plumazo. No...no lo podía tolerar... Además, el haber estado del otro lado, me daba un hándicap, un plus de ventaja... Sí..... Continuar leyendo