La entrada vidriada de "Heaven Services" es impactante. A través de ella, uno puede ver a todos los ángeles que allí se desempeñan. Como van y vienen, siempre prestos a ofrecer el mejor servicio. Y si uno observa, desde la vereda, mirando hacia arriba, se maravilla con la imponencia del edificio. Y dá la sensación de que el tamaño de semejante mole, es infinita. De que llega hasta el cielo. O casi...

Pero, para poder acceder a él, necesitamos recorrer, primero, su planta baja. Allí, dulces ángeles recepcionistas, nos orientan hacia el destino buscado. Luego de un vistazo que pretendía ser lo más abarcativo posible, me dirigí hacia la más pequeña de ellas, esperanzado en que el diminuto tamaño de sus alitas, le iba a permitir una movilidad discreta, pero expeditiva.
-Disculpe, señorita...
-Angelita...
-Uy, sí! Perdone...el Departamento de Enamoramientos Interpersonales?
-Piso 123, Señor... Por el ascensor de la derecha... Una ... Continuar leyendo