
No me pregunten porqué, pero hoy me levanté con una cuota de optimismo... Y digo bien: cuota. Lo que se dice optimismo total, ese que vas a la farmacia y pedís:
-Buen día, señorita... Me dá Optimol? Pero el Total... Como el Agarompa, pero que rinde para todo el día, en una sola dosis... Mire que pago cash... Ni en cuotas, ni con débito, eh?
Ese, discúlpenme, pero no existe. Y el personaje que lo promociona, es un invento de la publicidad...
Y con una cuotita, uno va tirando. No es para decir:
-Fahhh, qué lo parió! Hoy todo me va a salir de maravillas! Ando super-inspirado...
Pero sirve...
Les cuento que la mañana ayudó un montón. El cielo estaba más que despejado... Despejadísimo! La temperatura, ideal para una mañana de verano: fresquita... Qué hice? Me vestí, lavé mi cara amodorrada, desayuné, me lavé los dientes, un poquito de desodorante pedorro, y a la calle a disfrutar de la rutina aeróbica, en un ambiente de puta madre: el hipódromo (pero del lado de afuera, eh?). Aprovecho para... Continuar leyendo