Es muy probable que me haya anticipado demasiado, pero prefiero pecar de apurado, antes que de olvidadizo. Además, mi actividad (espero...) suele robarme, cerquita de las fiestas, esos momentos en que uno quisiera tomarse esos ratitos para saludar, para compartir deseos, y renovar esperanzas de buenaventura.
Los sueños que cada uno de nosotros llevamos en el corazón. La ilusión de que el amor nos abrace a nuestros seres queridos. Las palabras que se demoran en salir. Las miradas que nos pierden. Las caricias que nos miman. El beso que nos reconforta. Las manos que nos acompañan. Las presencias que se extrañan, y las ausencias que duelen. La amistad que necesitamos. El amor que nos llena.
Georgie