El mediodía nos encontró en la habitación de un albergue transitorio de Palermo. El sexo intenso y esperado culminó en un orgasmo de película, sublime. Y desfallecimos. Dos minutos más tarde, encendí los dos cigarrillos. Le dí el primero.
-Cuándo salís para Córdoba?
-Mañana a las 8. De la mañana. Me podrás llevar al aeroparque?
-Si estás listo a las 7, sí. Por los chicos, viste? Se despiertan temprano y quiero estar...
-No problem. En verano también madrugan?
-Desde que no está el padre, no me dejan respiro. Dió una pitada profunda. -Me celan mucho... Y exhaló largo, casi como suspirando.
Analía era la amante perfecta. Diestra como pocas en la cama. Respetable señora, hacia afuera.
-Cuándo vuelve?
-Mañana a la tarde. Hoy hasta las cuatro y media soy sólo tuya. Tengo que estar en la colonia cinco en punto. Sino, las maestritas se enojan...
-Turritas... Cómo si les calentara?
-No...son buenas chicas...
...
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