Y morirme contigo si te matas.
Y matarme contigo si te mueres.
Porque el amor cuando no muere, mata.
Porque amores que matan nunca mueren...
(fragmento de "Contigo" de J. Sabina)
Caballeros, nuestro turno: una versión exquisita de "Corazón partío", divinamente interpretada por la bella y brasilerísima Ivete Sangalo, con la colaboración de un muchachito que está haciendo sus primeras armas en la canción: Ale Sanz. El recital, en el Maracaná, de Río. Una verdadera joyita, para disfrutar gracias a la inestimable colaboración de mis amigos de You Tube.
Deliciosas, no? La versión de Ivete. Su belleza.
Y para los que ya lo tenemos partío desde antes de la brasilerísima, una poesía breve. No es que no postee porque me he olvidado. Es que perdí la inspiración y no regresa. Ni siquiera, para ponerle título...
Mi blog es visitado, mayoritariamente, por público femenino. No niego que haya caballeros en la red, pero estoy seguro que sabrán entender. Ellas son, lejos, muchas más. Se me ocurrió obsequiarles un video bien cortito, en francés, que sé positivamente, les va a gustar. Qué mejor que un momento de distensión a esta altura del año! Un café con el otro George, para degustar y saborear.
Qui profitent de cela, des petites filles. Le monde est le sien!
Ahora que aprendí a bajar videos de You Tube, los voy a torturar como corresponde...
Tranquilos... Este me y se los debía. En el encabezado del nombre del blog había copiado el estribillo de "Contigo", de Joaquín S. Me pareció ésta una buena oportunidad para recordarlo.
Primavera del ´74. Sábado a la tardecita, casi noche, en Victoria. El garage de los Gabrielli se transformaba en pista de lentos. Cada baldosa albergaba a una parejita, y encima, nos sobraba. Octavio, con Chiquita; Sarita y Daniel; Waldo daba sus primeros pasos con Verónica; y en la baldosa más diminuta, vos y yo, escribiendo los primeros versos en el cuaderno del amor. Yo, temblando de nervios ante la proximidad de lo inevitable: el primer beso, el que me iba a marcar a fuego para siempre. Por lejos...
Todos estábamos pendientes de lo que iba a suceder. Chiquita y sus amigas pensaron que no nos íbamos a animar. Que no podíamos cruzar la frontera, implícitamente convertidas en guardianas de lo permitido, y al mismo tiempo, ávidas de que diéramos ese primer paso. Del lado de los chicos, estaba nuestra torcida, alentando al hecho,... Continuar leyendo
Es muy probable que me haya anticipado demasiado, pero prefiero pecar de apurado, antes que de olvidadizo. Además, mi actividad (espero...) suele robarme, cerquita de las fiestas, esos momentos en que uno quisiera tomarse esos ratitos para saludar, para compartir deseos, y renovar esperanzas de buenaventura.
Los sueños que cada uno de nosotros llevamos en el corazón. La ilusión de que el amor nos abrace a nuestros seres queridos. Las palabras que se demoran en salir. Las miradas que nos pierden. Las caricias que nos miman. El beso que nos reconforta. Las manos que nos acompañan. Las presencias que se extrañan, y las ausencias que duelen. La amistad que necesitamos. El amor que nos llena.
Mi alma y yo tuvimos un encuentro. Particularmente, fue una mañana activa, con poco tiempo para pensar y reflexionar. Pero, después del almuerzo, las cosas cambiaron. Algunos recuerdos vinieron a mi cabecita, estuve un rato a solas, y, poco a poco, se fue creando el clima. Ya para las tres de la tarde, y cómodamente instalado en mi oficina (aire acondicionado mediante), recibí su visita. Se sentó frente a mí, y me dijo:
-Dame un whisky. Un JB (no todos tienen la suerte de contar con un whisky personalizado).
-Ni en pedo... estás loca? Son las tres de la tarde... A lo sumo, un café. Cortado?
-Siempre el mismo, vos... Qué te cuesta?
-Hermosa... tengo toda la tarde por delante... Mientras vos soñás, yo laburo...
-Está bien...con edulcorante...ya me acostumbraste también a eso...
-El médico nos dijo...
-Cortala con el médico...
-Claro... A la señorita sólo le calienta lo interior... Y lo de... Continuar leyendo
Los 40 no vienen solos. Quienes los llevamos y padecemos, sabemos que es una etapa de la vida cargadita de vivencias, deseos, expectativas y sueños todavía por cumplir. Que portamos mochilas? Obvio, para eso hemos recorrido este camino. Y el desafío primero es capitalizarlos. Para seguir andando la ruta.
Recomendaciones para seguir el viaje? Las encontrarán en publicaciones especializadas en describir las circunstancias de nuestra etapa. Yo solamente, y de manera humilde, les recomiendo "gimnasia para el alma". Elevándonos, observamos desde una perspectiva diferente y más abarcativa. Y si le ponemos humor, mucho mejor.
Déjenme, entonces, hacerles hoy un regalo. Pensado para las divinas Mujeres de 40, y mucho más.
Para Marcela y sus "Mujeres de 40 y más", con mucho cariño y agradecimiento.
Sí. En mi caso, tanto el uno como el otro, tienen ascendencia hispánica. Mi apellido es italiano. Pero parte de mis ancestros vienen de la Iberia española. Debe ser por ello, entonces, mi particular apego a su idioma, costumbres, lugares y cantautores. Como voces interiores de una misma persona, se identifican con ella, a pesar de no hacer demasiado caso. Por eso mi derecho a caracterizarlos como me viene en gana. Y los prefiero así, hispano parlantes, un poco por capricho, y otro poco, para entendernos mejor. Son mi ángel y mi demonio, confabulados para sembrar la duda, aún en los momentos en que no debería haber margen para ella.
El pequeñísimo diálogo que protagonizaron al principio, es a modo ilustrativo. Juro por los Santos Evangelios, que jamás viví una situación similar. Bueno...sí...una vez...dos veces...a lo sumo...tres...creo...
Cuánto me costó mantener la calma ese jueves! La sensación de opresión en el pecho me persiguió desde la noche anterior. La voz de Lucía en el teléfono me resultó diferente. Intuí que su angustia, por suerte, había desaparecido, y en su lugar alcancé a percibir una extraña sensación de calma. Sospeché, entonces, que habría tomado algún sedante, por lo pausado de sus palabras. Me comentó que necesitaba verme, que quería conversar personalmente y contarme, adiviné, de cómo seguían las cosas. No necesitó pedírmelo dos veces. Mi sí fue tan rotundo y espontáneo que reavivó las ansias de vernos, al menos en mí. A lo largo de la charla, la ansiedad iba en aumento, y la tuve que controlar. Hubiera deseado no tener que esperar un día más, día que iba a resultar eternamente largo y agobiante. Una vigilia tan deliciosa como exasperante…
Habíamos quedado en vernos en el Coffee Store de Acassuso, a las nueve en punto. Llegué cinco minutos antes, estacioné el auto y... Continuar leyendo
Para una buena receta no hay que escatimar los ingredientes, no? Ganas, conocimiento, voluntad, buen gusto, buena leche...con un toque de locura, desenfado, amor, ironía y acidez. Más un poco de historia personal, imaginación, bastante vuelo y un puñado de mentiras piadosas.