De mis amores, los que matan, los mejores

-Mozo...un cortado, por favor...en jarrito...y un cenicero.

Hay amores que matan. Y estos lo van a hacer, seguro. Pero...son mis amores!  

El cortado y el cigarrillo. Junto con mis hijas, las mujeres en general, una dulce compañía (hoy, en falta), mi caminata diaria alrededor del hipódromo (incorporada al plantel, post-infarto), este blog, los blogs amigos, mi negocio, mis amigos, mis conocidos, mis mocasines, Serrat, Sabina, Calamaro, San Martín de los Andes y los lagos de nuestra Patagonia, un auto que me lleve y traiga, mis viejos, una guitarra, el cardiólogo y las pastillitas, las manías, mis patías (mis simpatías, Miss Simpatía, las neuropatías y la mayor parte de las tías), los recuerdos, la melancolía, la honradez, mis cobardías, mis ex, los amigos que están en otra, los actuales de mis ex (hoy devenidos en mejores amigos), los días de lluvia, la alegría, la tristeza, la belleza, mi Argentina, tu sonrisa, Dios o algo que se le asemeja, el Cielo, el Infierno, mi sexo en otro sexo, un buen thriller y el chocolate. Todos, en mayor o menor medida, forman el núcleo de afectos y/o cosas que necesito para poder vivir más o menos dignamente.

Que quede claro que no hago apología del crimen amoroso. Que a mí me maten no significa que deban adoptarlos. Cada quien decidirá, en el momento que lo juzgue necesario, cómo vivir y cómo morir. Y en esa suerte de elecciones personales establecerá el orden y las prioridades deseados. Y los podrá cambiar, dejar, reestablecer. A gusto y piacere.

Amores que matan? Seguro, pero amores al fín. Mis amores, los mejores.

Georgie