Noche de Brujas

Esta noche, fieles a nuestra arraigada costumbre de "foraneizar" nuestra cultura, celebraremos Noche de Brujas, o Halloween, si es que preferimos llamarlo por su idioma de origen. Algunos niños saldrán a las calles a pedir golosinas (ojo, chicos, que la calle no está fácil), disfrazados en su mayoría de brujitas, duendes, fantasmitas o de algún otro personaje alegórico.

Para entender el porqué de esta celebración, debemos mencionar que tuvo su origen en los pueblos celtas, y que fue introducida en los Estados Unidos aproximadamente en la segunda mitad del Siglo XIX, a raíz de la inmigración irlandesa. Los celtas dividían el año calendario en dos períodos de seis meses cada uno. El invierno, que comenzaba el 1º de noviembre (el Samain) y se prolongaba hasta el 1º de mayo (el Beltane); y el verano (desde el Beltane hasta el próximo Samain).

El Beltane, dedicada a Belenos, el dios del fuego, consistía en encender hogueras en lo alto de los cerros, para, de esa manera, purificar con su humo a los animales y a todo el pueblo, para apagarlas al día siguiente. Es importante destacar que este pueblo mantenía una muy intensa comunión con los elementos de la naturaleza, y que esta celebración era también utilizada para estimular el crecimiento de los cultivos.

El Samain anunciaba la llegada del invierno. En su víspera (noche del 31 de octubre), los druidas (la casta sacerdotal de los celtas) recogían las bayas de muérdago de los troncos de encinas y robles, con una hoz de oro. Una vez subidos al tronco de un roble o encina, los druidas cortaban baya por baya de muérdago mientras recitaban unos mantras, que seguramente eran para infundir más poder al muérdago. Luego depositaban esas bayas en un calderito o las tiraban a un manto blanco que sostenía otro druida en el suelo. Así las infundían de poderes curativos para el pueblo y para utilizarlas en sus "elaboraciones mágicas". Se piensa que el 31 de octubre era la noche en que el velo entre los espíritus de los muertos y los vivos era más delgado. Había que aplacarlos o "hacerles un regalo", pues de otro modo les harían diabluras a los vivos. En las cimas de las colinas se encendían grandes hogueras para ahuyentar a los espíritus malos y aplacar a las potestades sobrenaturales que regían los procesos de la naturaleza.

El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y la publicidad engendrada en el cine comercial estadounidense. Es típica la imagen de niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de duendes, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de ese oscuro y tranquilo barrio de casas. Los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase "Truco o trato" o "Dulce o truco" (proveniente de la expresión inglesa "trick or treat"). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.

Ahora sí, entendidos un poco más en el tema, aprestémonos a disfrutar de esta nueva Noche de Brujas. Pero no dejemos en el saco del olvido a nuestras propias tradiciones.

Georgie

Recopilado de nota http://es.wikipedia.org/wiki/Halloween